Un viaje de Sol a Ción.

Ción; el lugar donde todo se yuxtapone
con el Alma.

lunes, 6 de diciembre de 2010

No puedo explicar coherentemente lo que pienso ni ubicarlo en tiempo y espacio. Fue un período Stand-By. Pensé que lo más seguro era intentar después de unos días, pero no soy conexa ni al pensar. Lo más seguro es que cerré un millón de cosas; de etapas, “heridas”, sensaciones y certezas… cerré y guardé miles de opiniones que había dejado arrimadas al marco, sin cerrar la puerta, por las dudas, como esperando… terminé con teorías y especulaciones. Agarré las marcas que todo esto me había dejado y las cargué en mi espalda y ya. Hora de hacerme cargo, de caer y entender. Por suerte no le temo a la muerte. Por suerte no le temo a salir lastimada… pareciera que me gustara. Por suerte puedo escribir aunque no entienda nada de lo que digo y puedo llorar y matarme a cabezazos contra la pared y reírme, puedo fumarme un cigarro y ya... se que va a terminarse.
Puedo esperar todo el tiempo que sea necesario. Y con necesario me refiero a lo que reclame y decida mi cuerpo y mente, porque ya estoy perdiendo la fe en la eternidad y en adaptarme a los tiempos del otro para apaciguar el dolor. Por suerte, repito, no le temo a la muerte. Quizás mañana me la metan por el orto cuando me despierte muerta en el paraíso (o el infierno). Pero, no sé… quizás solo muera algún día y pueda cuidar a  mis hijos (si es que me muero de vieja, encontre marido y tuve hijos… o aparecieron accidentalmente) desde el cielo o lo que sea… y, por ahí, simplemente deje de existir y entienda (eso no sería posible) que toda mi vida fui una bendita planta que se creyó algo más y se preocupó por cosas al reverendo pedo y sufrió, también, en vano.
Obvio, la pasé bien… más vale que fui la más feliz siempre que las situaciones me lo permitieron. Lloré también, por supuesto, e intenté luchar contra la corriente (me entendés, o no?). Realmente la única idiota con esperanzas de cambiar el mundo fui yo. Contra las vibras no se lucha, no se puede modificar la existencia y funcionamiento de las cosas siendo una pendeja que a veces ni se respeta a ella misma. Es todo la misma mierda, como la milanesa… vuelta y vuelta y ya.
Es cierto, sin embargo, que un clavo saca a otro clavo (ponele que lo pensas a nivel relaciones, pensalo como quieras). Te aseguro que es el cambio más doloroso y la forma más vergonzosa de rendirse, de entregarse… que los labios sangran de tanto morderlos. Es como dejar de fumar… entonces empezas a comer como una vaca. El cambio implica una crisis, la crisis implica dolor y el dolor, por suerte, nos fortalece. Espero, por fin, ser inmune a todo esto algún día. Que suerte que encontré la salida. Que suerte que te encontré, Salida.