Me zumba mosca la molestia de saber que era completamente evitable, Peru. Te quiero contar que los ojos se me hicieron un mar cuando, recién, entré a casa, sentí tu olor, te escuché retumbando en mi cabeza recibiendome, y me tiré en la cama, como todas las veces, y te imaginé al lado mío.
- "Tenés cara de que recién saliste de una operación."
- "Del corazón, me acaban de sacar un pedacito."
Resume como me siento. Resume como te voy a querer siempre. Resume como te dejo que te vayas, al "cielo de los gatitos".
Te quiero egoístamente conmigo, para darnos amor sin prejuicios. Para dormir con un Calor en los pies, para levantarme feliz y estornudando, y que me rebotes lo abrazos.
Sos el amor más grande que, hasta ahora, sentí en mi corta vida. Te mereces el más grande de mis homenajes.
Porque me hiciste valorarte en vida, porque me hiciste saber que el día que no estuvieras se me iba a apagar el Alma. Y ahora lo corroboro.
Y aunque seas un gato, y no sepas leer, y el que lea esto piense "que mina idiota", te extraño en cada cosa que hago por tu maldita omnipresencia en mi vida y necesito depedirme de vos en cada aspecto de ella. Ésta es una más, escribir.
Y te escribo, porque me amaste sin importarte un carajo nada. Y eras un perusaso y un pelotudo y el más infinito amor de mi vida.
RINGO , sin encontrar las palabras correctas para describir el vacío que siento; nos vemos en el cielo.
Abracito.
Mamá.
