Un viaje de Sol a Ción.

Ción; el lugar donde todo se yuxtapone
con el Alma.

domingo, 21 de junio de 2015

Dos extraños

Alguna vez te amé. Muchas veces rescataste mis angustias mientras yo te despeinaba, inclusive a veces para generar otras. Me abrazaste hasta asfixiarme y hacerme tocer. Me obsesionó tu olor, tu risa. Te obsesionó mi piel, mis múltiples personajes. Sentía, por momentos, que sin vos me iba a morir. Algunas muchas veces sentí tu cuerpo mi casa, tu Alma mi Alma.
Algunas veces me daba miedo, quería correr y otras sentirme así toda la vida; quizás más triste que nunca, porque el Amor te vuelve endeble, porque ahí siempre estas consciente de que podes perderlo todo y sucumbir en un segundo. Entonces, a veces, prefería sentirme infinitamente triste, pero con vos a mi lado. Atada, como nunca, pero con una cama que se hacía chica, con un desayuno compartido, con un sinfin de lágrimas; porque éramos así; sensibles, conectados, tanto que explotabamos; pensé que mi Amor iba a ser infinito en más de alguna ocasión.
Y así, alguna que otra vez, y cada vez más, mi amor se hizo leal, mis pensamientos infieles, tu corazón cansado, mis celos infinitos, tu trato intratable y, allí, de tanto en tanto, el desequilibrio y el equilibrio se encontraban.
Los extremos eran nuestros muchas veces. Y todo, como te dije alguna vez, termina como empieza; con dos extraños.