Parece irónico, pero les tengo un notición; conocí a Ariana. Y es así de linda, dorada y esculpida como todos querían que fuera.
El martes pasado, bajé a esperar a Marti a la vereda porque moría de ansiedad de verla. Al abrir la puerta escucho un "flaquita, no cierres, porfu". La dejé pasar y chusmié de que piso era, porque no la habia visto nunca. Cuando ví que el ascensor paró en el 4to piso, me cagué de risa.
Obviamente, después de la carta, los ruidos fueron muchos más amenos pero, a medida que pasan los días, se les va olvidando el petitorio a los de arriba.
Ayer, estaba estudiando en casa y el reloj marcó las 11. Arriba estaban meta joda. Desde las siete se escuchaba música "¿Da que caiga?" - pensé. Por supuesto que no caí, me fuí de joda a otro lado.
Cuando volví, me picó el bichito de la duda asique subí hasta el tercero y luego un piso por escalera. ..... ¿Listos?
Ya lo sabemos todos, mi vecina garcha. Mi vecina es hermosa y garcha; de a dos, de a varios, arriba de la mesa, abajo, y aparentemente esa noche no garchó. O eso creía. Pensé que el destino me estaba avisando que estaba entrometiendo mis narices demasiado, asique subí a casa, me serví coca y salí al balcón a fumar mi último pucho.
En la costumbre mía de mirar siempre al cielo, me encuentro con que Ariana estaba en el balcón; es una deshinibida total. ¡Qué considerada! Seguro no quería hacer ruido con los muebles y salió a cagarse de frío y garchar el balcón. Y yo, yo tuve que mirar para arriba y verlo; sus manos agarradas a la baranda, el pelo rubio suelto volando al viento, su cuerpo casi al borde del abismo... y me salió de adentro "Ay, nena, te vas a caer." Y ahí fue cuando ella me miró y le chupó un huevo. Si yo me quedaba, le iba a seguir resvalando. Me metí a casa y empecé a notar como los ruidos eran cada vez más fuertes y, entonces, salí, la miré (ella no paraba y quien sea que estaba con ella tampoco) y le dije; "te pido, por favor, hoy no grites y hoy deja todo en el balcón, quiero dormir". Ariana me sonrío y miro para arriba, calladita, y vi como una mano le tapó la boca y, la realidad, es que no... no pude dormir.
Estoy media en shock.
