Un viaje de Sol a Ción.

Ción; el lugar donde todo se yuxtapone
con el Alma.

domingo, 7 de mayo de 2017

Cuando no estás durmiendo un domingo

Levantarse un domingo así, “como un animal herido en el lugar donde iba a ser de revelación”.

Levantarse con dolor, con una sensación de objetualización de la sinceridad y verdad. Como nunca habría que levantarse un domingo; con el pecho vacío y la garganta enudada.
No era casualidad que lloviera, que se lavara la razón y las ganas. No era casualidad sentirse una presa emocional con una lanza clavada (o un toro en Madrid).

Transcurrir el domingo así; sin querer salir de la cama. Sin querer aceptar que se habría visto engañada ella, ultrajada su mente, desnudada su Alma. No poder evitar no sentirse imbécil .. e infantil... y crédula. Jamás habrá de volver a creer en la amabilidad de los extraños.

Pero también estaba allí esa leve sensación de agradecimiento, de libertad. Estaba consciente de que la vida no tiene aristas, agradecida de que los momentos hayan sido puros e inclusive medios infinitos.

Se funde en una sensación de desolación y auto-descubrimiento; habría de olvidarse de aquello que la ayudo a darse cuenta… habría de ignorar la existencia de sensaciones hermosas; habría que ser humano… ser máquina y encajar allí; dónde la gente no habla, se encierra en su ser, y no se las juega por nada.

Acostarse un domingo así, feliz de haberse equivocado.


(“Having a soft heart in a cruel world is courage, not weakness.”)